Con la globalización y la tecnología, viajar a otros países es más que un deseo: es una necesidad. Pero aunque ya llevamos varios años así, sigue existiendo ese shock cultural que surge de las diferencias en las formas de comunicarnos. Y dado que la comunicación es oral, escrita y kinésica, pues digamos que las probabilidades de hacerlo… interesante… son altas. Aquí te damos una lista de las maneras más sorprendentes e inesperadas en que puedes ofender a los extranjeros.

En Tailandia, Filipinas y Rusia, acabarte todo lo que hay en el plato puede significar como que no te dieron suficiente. Cuidado si eres tragón.

Llamar a alguien con un dedo para que se acerque a ti no es sexy en Filipinas. ¡Así llaman a sus perros! Y en Japón significa la muerte, así que no creemos que sea buena idea.

“¿En qué trabajas?” es una de las preguntas más comunes para romper el hielo, pero en países con sistemas de bienestar social, como los Países Bajos, es algo clasista y grosero. ¡Cuidado!

Si eres zurdo, empieza a aprender cómo comer con la derecha, pues en el Medio Oriente y algunos países de África, la mano izquierda se asocia tradicionalmente con limpiarse en el baño.

Aunque sabemos que cuando te ofrecen comida, muchas veces la respuesta más educada es negarla, en la mayoría de los países árabes es lo peor que puedes hacer.
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En México casi se nos exige dejar propina, pero en el resto del mundo (menos en Estados Unidos) puede llegar a ser grosero. En Japón y Corea del Sur, en especial, es un insulto.

En algunas culturas asiáticas se espera que te rehúses a aceptar regalos varias veces antes de que cedas. Si lo haces de inmediato es grosero.

En Tailandia jamás le des unas palmaditas en la cabeza a nadie, ni a un niño. Los budistas creen que ahí vive el espíritu de la persona, así que no es algo agradable.

Al subirnos a un taxi, generalmente nos sentamos en la parte trasera. En Australia, Escocia, los Países Bajos y Nueva Zelanda esto se considera una falta de igualdad.

No podía faltar en la lista la puntualidad. Sabemos que en México erróneamente las 9 en punto puede ser 9:15 máximo, pero en Alemania es lo más grosero que puedes hacer. Raramente, en Argentina ser muy puntual es, al contrario, una grosería. ¿Quién nos entiende?

Fuente: List 25